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El sindicato participara en el I Congreso Internacional: Trabajo y Sindicalismo en el Siglo XXI, que se celebrará los días 28 y 29 de noviembre en el campus de Leioa de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea).
Este congreso, organizado por la Facultad de Relaciones Laborales y Trabajo Social de la UPV/EHU y GEZKI (Instituto de Derecho Cooperativo y Economía Social de la UPV/EHU) junto con las fundaciones de los sindicatos ELA, LAB, CGT, CIG e Intersindical, contará con la participación de más de 40 activistas, sindicalistas e investigadores que debatirán sobre los retos del sindicalismo transformador.
La ponencia elaborada para este Congreso por el sindicato se centrará en la «Necesidad de instaurar marcos propios de relaciones laborales», abordando la importancia de desarrollar estructuras laborales que respondan a las necesidades específicas de los trabajadores en el contexto actual. Esta intervención pretende destacar la urgencia de implementar políticas y prácticas que fomenten relaciones laborales justas y equitativas, adaptadas a los desafíos del siglo XXI.
El evento contará con la participación de investigadores de diversas universidades, tales como UPV/EHU, UPNA/NUP, Universidad de Cádiz, Universidad Complutense de Madrid, Universidade da Coruña, Universidad Autónoma de Madrid y Universidad de Quèbec. También estarán presentes organizaciones de barrios populares, periodistas y cooperativistas, incluyendo a representantes de ALDA en Ipar Euskal Herria, el sindicato de inquilinas de Madrid, la periodista Gessamí Forner del diario El Salto, y el militante y cooperativista de Talaios, Oscar García Jurado.
Seguramente mucha gente piense que estamos de broma, o que estamos poniendo en marcha una estrategia comunicativa para dar la nota. Pero mejor que se vayan haciendo a la idea de que no es así. la caja de resistencia de OSTA es una realidad; es fruto del compromiso que tenemos en la organización por mejorar las condiciones laborales de las personas que viven y trabajan en Aragón; ni más, ni menos.
Es cierto, y no lo vamos a negar, que este compromiso sienta su base en una visión estratégica de la anterior dirección sindical de OSTA que, en su momento, tuvo la audacia de establecer una planificación económica que hoy nos permite hacer realidad aquello que nos propusimos cuando decidimos dar este paso, y que a su vez, es la mejor muestra de nuestra independencia política y económica.
Por ello, hoy podemos decir que “hemos cumplido el objetivo” que nos pusimos en este IV Congreso Nacional – Enta Debant, puesto que ya tenemos operativa la CAJA DE RESISTENCIA.
En primer lugar es importante resaltar que, el desarrollo y puesta en marcha de la misma, hunde sus raíces en un interesante proceso de debate y aprendizaje que ha tenido lugar en dos fases: en un primer momento entorno al enriquecedor dialogo y aprendizaje a partir del conocimiento de las experiencias de sindicatos de otros territorios; como la experiencia vasca, a través de ELA Sindikatua o la experiencia gallega, a través del sindicato CIG. Pues ambas organizaciones ya tenían articulada esta herramienta y nos facilitaron información y útiles consejos.
En un segundo momento, tuvieron especial importancia los debates que mantuvimos dentro de la organización, tanto en la Comisión Ejecutiva Nacional como en el Consejo Nacional, e igualmente en todas aquellas conversaciones con las personas afiliadas que se interesaron por el proceso. En todos estos debates se respiraba ilusión, compromiso y ganas de potenciar nuestra labor; porque desde el inicio, sabíamos que íbamos a dar un paso más allá para transformar el sindicalismo en Aragón y hacer sindicalismo con mayúsculas.
Las personas que militamos en esta organización tenemos claro que invertimos nuestros esfuerzos en la construcción de una fuerza sindical transformadora, que no apuesta por el diálogo social institucionalizado, como vía para mejorar las condiciones laborales. Y que, por lo tanto, tiene claro que, a veces, el camino pasa por la confrontación. Por esto mismo, nuestra propia evolución y trabajo nos ha traído hasta este punto, por ello ahora se pone en marcha un instrumento para dar entidad y fuerza a esa confrontación, que apoye a nuestra afiliación cuando deba hacer frente a situaciones de conflicto sindical frente a los poderes económicos.
En cualquier caso, debemos ser conscientes de que lo que acabamos de poner en marcha es una herramienta basada en los principios del sindicalismo histórico. Una herramienta de lucha, de confrontación directa, ideada para ganar derechos, para que nuestra gente está cubierta ante las huelgas y pueda ejercerlas de forma consciente y efectiva.
Esto es algo que tuvimos claro durante el proceso de debate y por ello enseguida llegamos a la conclusión de que debíamos construirla en base a los principios de solidaridad y apoyo mutuo. Lo que en la práctica quiere decir que las afiliadas de OSTA, a través de nuestra cuota, aportamos un importe de la misma para generar ese remanente que podemos necesitar en el futuro. Para que los y las compañeras que decidan poner en marcha una huelga puedan hacerlo con las máximas garantías, con una mayor seguridad y por lo tanto, con una mayor capacidad de negociación.
Seremos muchas las que aportemos a este fondo y nunca hagamos uso directo de él. Pero sabemos que, gracias a nuestra cuota, habrá personas que mejoraran sus condiciones laborales y si algo nos deja claro la historia es que, cuando unos mejoran, el resto también lo hacemos directa o indirectamente. Cuando una organización gana procesos y tiene capacidad de confrontación demostrada, genera una inercia que va a permitir mejorar su capacidad de negociación y conseguir de forma más fácil y segura las mejoras en las condiciones laborales que persigue.
Ese principio de solidaridad también se concretará en que las personas afiliadas y que coticen con una misma cuota, recibirán una misma ayuda económica para el apoyo de la huelga, independientemente del centro de trabajo y del sector en el que se aplique.
Conforme avancemos, la caja de resistencia se irá convirtiendo en un instrumento cada vez más fuerte, imprescindible y eficaz para los intereses de los y las trabajadoras en Aragón. Será clave en presentes y futuras negociaciones colectivas y en aquellos conflictos que se produzcan. Tenemos la certeza de que así será, y por ello lo defendemos con orgullo.
Es curioso que, en las últimas fechas, los sindicatos institucionalizados busquen endurecer su discurso, ante la situación de crisis económica, social y política que estamos viviendo. Y es que el “salario o conflicto” o el “otoño caliente”, está muy bien como lema, pero sin hechos que lo refuercen se queda en un mero lavado de cara. Porque los mismos que amenazan con protestas son los mismos que con sus acuerdos nos precarizan cada día más. Son los mismos que acordaron con la patronal y el Gobierno una reforma laboral que consolidaba los aspectos más lesivos de las anteriores reformas laborales, por las cuales se secundó varias huelgas generales.
Los movimientos sindicales debemos ser leales a nuestra clase y estar a la altura de los procesos históricos en los que se inserta nuestra labor. Debemos tener la capacidad de mirar fuera de nuestras estructuras para empezar a desarrollar una acción sindical que ponga a la clase trabajadora en el centro del tablero. Y es que esto, aunque parezca obvio, muchas veces queda relegado y a la zaga de otros intereses orgánicos, económicos o electorales.
Por ello desde OSTA tenemos claro que solo impulsando y creando este tipo de herramientas, crearemos conciencia de clase entre las clases populares y tendremos la oportunidad de transformar nuestras sociedades, con la finalidad de vivir en mundo más justo, para todas y todos.
Serchio Tella Barcelona Secretaría de Organización
Hace veinte años, un 25 de mayo de 2002, comenzó el proyecto sindical y aragonesista que es OSTA.
Probablemente pocos de los que lo vivieron, que cuentan que jamás lo podrán olvidar, imaginaron que, tras veinte años, pudiéramos ser el tercer sindicato de Aragón, con más de 4300 personas afiliadas y con casi 700 delegados y delegadas repartidas por todo el territorio.
En aquel momento un grupo de personas tomaron una decisión arriesgada y valiente, decidieron crear un proyecto sindical, independiente y aragonesista, para que, desde aquí, desde Aragón, pudiéramos decidir nuestras condiciones, para construir un País más justo e igualitario.
Tras veinte de años de historia, tras recibir multitud de ataques tanto en el pasado como en el presente, OSTA es una realidad consolidada, con unas bases que son las mismas que las de su fundación, que no pueden ser otras que: aragonesismo, justicia social y solidaridad.
El camino que se inició en la primavera del 2002 no tiene vuelta atrás, somos el referente sindical aragonés, seguimos creciendo en todos los sectores y esto se debe a que nuestro proyecto está pegado a la realidad de nuestro territorio, porque solo desde Aragón podremos defender lo nuestro.
Se nos intenta invisibilizar constantemente en lo institucional, pero los que lo hacen son conscientes que, por mucho que lo intenten, nuestra influencia en el tejido productivo y en los centros de trabajo, hace que su misión sea una tarea imposible, somos imparables.
Nuestra fuerza está en la calle y en los centros de trabajo, porque es ahí donde los y las trabajadoras afiliándose y con su voto, hacen que OSTA cada día sea más grande y por lo tanto seamos una amenaza real al establishment. Nacimos para cambiar las cosas; sabemos que no es una tarea fácil, pero seguimos creyendo que los proyectos sindicales tienen que estar para mejorar la vida de las personas y no para interponer sus intereses a los de las clases populares.
Es necesario más que nunca, modelos sindicales como el de nuestra Organización, donde el 92% de nuestro presupuesto proviene de las cuotas de la afiliación; por lo tanto, nos hace poder ser independientes en todas nuestras decisiones. Además, no apostamos por el mal llamado “dialogo social”, creemos que no puede arreglar los problemas de la clase trabajadora, que no lo ha hecho durante los más de 40 años de democracia y que solo ha traído pérdida de derechos y condiciones.
Hoy, 25 de mayo de 2022, gracias a ese grupo de personas que dio un paso al frente en la creación de una organización sindical aragonesista, podemos visualizar que, solo con el compromiso colectivo de nuestra militancia, somos lo que somos, una herramienta muy útil para la clase trabajadora aragonesa.
Hoy, veinte años después, tenemos que dar las gracias a todos y a todas que han apostado por una Organización como la nuestra, solidaria, feminista, plural, democrática, capaz de confrontar, pero siempre con el objetivo que es la defensa de la clase trabajadora y construir el Aragón que queremos.