Un rosario de deslocalizaciones, ahora BOSAL

Un rosario de deslocalizaciones, ahora BOSAL

La deslocalización no es un fenómeno nuevo, pero nos está atacando en los últimos tiempos en Aragón con dureza, ejemplos como AIRTEX o BOSAL deben hacer reflexionar a nuestros políticos, en que las reglas del juego deben ser cambiadas.

Nuestra competividad en la automoción en muchos casos viene derivada por las condiciones laborales y en especial por los salarios, ya que de los Estados de la UE “más desarrollados”, somos el que tiene los salarios más bajos. Lo que algunos creían que parecía una oportunidad respecto a Países como Francia, Italia o Alemania, se ha convertido en una debilidad para el tejido industrial aragonés, porque siempre hay alguien que tiene peores condiciones.

En la primera gran ola de las deslocalizaciones se creía que solo se podría hacer en sectores de poco valor añadido, como la industria textil, el calzado, juguetes…, pero en esta segunda ola, la deslocalizaciones han impactado en sectores de más alta tecnología, como puede ser el automóvil, la química o los equipamientos médicos y sin darnos cuenta estamos ya casi en esa tercera ola, en la está tocando a sectores que creíamos intocables porque están relacionados con el I+D+I, como son las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), ¿o alguien duda que un programador informático puede trabajar en Berlín, Zaragoza o en Nueva Delhi realizando el mismo trabajo y  con la misma formación, mientras la multinacional, mantiene la patente o los derechos, pagando salarios de miseria?.

Las deslocalizaciones también tienen que ver con la política. Mientras algunos de los grandes gurús “liberales” a menudo cacarean que el  mercado laboral esta sobreprotegido y debe ser liberalizado, un discurso antisindical y de doblegamiento de la clase trabajadora con el solo objetivo de “privatizar” todo lo público, y que solo favorece a las grandes multinacionales, a la vez, “ proponen medidas proteccionistas “para que no nos ataquen los de fuera”, cuando a las multinacionales que defienden y bajo el pretexto del mercado global, compran o fabrican compulsivamente en “países subdesarrollados”.

Las deslocalizaciones aumentan el poder de las grandes corporaciones frente al de los Estados y por ello desde la UE se deben tomar medidas conjuntas y aplicables en la misma, para que no sea posible competir entre “países desarrollados”, porque nos jugamos no solo nuestras empresas o el tejido industrial de nuestros territorios, sino que nos jugamos nuestra sanidad, nuestra educación, el estado del bienestar o el futuro de las próximas generaciones.

Ante este problema, los gobiernos estatales o autonómicos y sean del color que sean, se ha insaturado en la política de grandes anuncios industriales, poniendo alfombras rojas a multinacionales; empresas sin corazón, en la que en la mayoría de los casos poco les importa el territorio en el que se instalan y solo les importan sus beneficios.

En vez de cambiar la legislación y que al menos devuelvan las ayudas provenientes de los fondos públicos, o sea tan gratuito mandar a las plantillas al FOGASA (para que paguemos entre todos) nos dedicamos a fortalecer el dialogo social; creando clústeres, observatorios…, organismos de dudosa eficacia, cuando deberían involucrase de verdad, porque las deslocalizaciones son un drama en muchas familias y un ataque directo a nuestro tejido industrial.

Dejen de mirarse al ombligo o seguir revolcándose en el fango político; unos criticando al gobierno central, cuando fueron elegidos para representarnos en las Comunidades Autónomas y desde el gobierno central, criticando algunos territorios, por el mero de hecho de no gobernar en ellos.

Dejen de mirar para otro lado, mientras mantienen sus privilegios y dedíquense a lo importante, porque ayer fue AIRTEX, hoy BOSAL y mañana veremos cual es la siguiente. Mientras tanto, ustedes desde Moncloa o en el Pignatelli siguen con sus “jueguecitos de la corte”.

BOSAL anuncia el despido de la plantilla

BOSAL anuncia el despido de la plantilla

Después de más de 30 años la empresa BOSAL quiere despedir a sus 135 trabajadores y trabajadoras sin intención alguna de pagar indemnizaciones.

La empresa BOSAL INDUSTRIAL, la cual lleva prestando servicio en Aragón desde hace más de 30 años, ha decidido de manera unilateral cerrar su planta de Zaragoza dejando en la calle a más de 135 personas trabajadoras.

La empresa que se dedica a la automoción ha perdido sus contratos, por diferentes motivos algunos de ellos a nuestro juicio, con la intención de cerrar la planta y han comunicado a la representación de los y las trabajadoras despedir a la plantilla de manera unilateral sin abrir negociaciones con el comité para buscar otras vías o soluciones.

Además, manifiesta que se declara insolvente y por ello no podrá pagar las indemnizaciones de las personas trabajadoras que durante tres décadas han estado prestando servicios en la empresa.

Esto hace que las personas trabajadoras si no hay cambios en la negociación, tengan que ir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) y pasar una serie de trámites que no va a hacer más que dilatar su cobro, un cobro que, además, está topado y es mínimo, por lo tanto, los trabajadoras y trabajadoras de BOSAL no van a cobrar lo que les corresponde según su salario y antigüedad.

El día 7 de agosto la parte social y la empresa se han citado en el SAMA para intentar acercar posturas, lo cual parece imposible debido a la actitud de la empresa.

Ante este motivo el Comité de Empresa ha convocado una concentración el mismo día a las 11:30 en la misma puerta del SAMA en apoyo de las más de 135 personas que se quedan en la calle.

Desde OSTA no entendemos como tanto la patronal del metal, el cluster de la automoción y los sindicatos mas representativos a nivel estatal, aun creen que el dialogo social y estos organismos son eficaces para la defensa de la clase trabajadora.

Es urgente que las administraciones vigilen y penalicen a las empresas que como BOSAL destruyen empleo y no se hacen cargo de las consecuencias finales, después que desde los diferentes gobiernos se apoye a las mimas y en el especial al sector de la automoción.

Desde OSTA exigimos que BOSAL que se haga cargo de las indemnizaciones y que llegue a un acuerdo con el comité para garantizar unas salidas dignas a la plantilla.