La actitud de Stellantis y de ID Logistic es inaceptable
Más de 200 empleos están en juego por la decisión unilateral de Stellantis de rescindir un contrato en vigor
Desde OSTA vemos con gran preocupación todo lo sucedido en estos últimos días en la planta de Figueruelas, respecto a la rescisión del contrato de ID Logistic (IDL) y a la pasividad de la dirección de IDL, que afecta a más de 200 familias que ven peligrar su puesto de trabajo.
Por las informaciones que teníamos y que se han confirmado en la reunión que la representación de los y las trabajadoras ha tenido en el día de hoy a las 17 horas con la dirección de IDL. Stellantis ha rescindido el contrato con ID Logistic con alevosía y nocturnidad, por una serie de razones que además de no convencernos a nadie, se toman sin pensar en las más de 200 familias afectadas.
Stellantis como cualquier multinacional que se “precie”, toma una decisión despreciable, ni piensa en el territorio, ni en los y las trabajadoras afectadas, olvidándose de todas esas ventajas e incluso subvenciones que ha recibido desde el gobiernos de Aragón, que no olvidemos salen de los impuestos que los y las aragonesas pagamos puntualmente.
A nuestro parecer, la dirección de ID Logistic tampoco está actuando con la seriedad que se le supone, puesto que en la reunión celebrada hoy, se ha limitado a comunicar la rescisión inmediata del contrato que les unía con Stellantis y su única alternativa ha sido que mientras dure esta situación los y las trabajadoras permanecerán de vacaciones.
Algo a lo que nos hemos negado y por lo tanto lo pondremos en conocimiento de nuestros servicios jurídicos y sin más explicación se desentienden de lo que son sus trabajadores y trabajadoras, lo que dice muy poco de como entienden la responsabilidad social.
Desde OSTA hemos convocado asambleas informativas el miércoles a las 10 horas en los locales del sindicato, como primer paso para informar a la plantilla de las posibles medidas o consecuencias jurídicas que puede tener lo sucedido.
Por último, desde OSTA recuerdan que la incesante precarización, pérdida de derechos y condiciones en la planta de Figueruelas, es el resultado de un fallido diálogo social en la planta, que ahora y como ya sucedió con la subcontrata Android (que fue internalizada) se extiende a las subcontratas, que se ven amenazadas por una multinacional que tras cambiar de propiedad, solo ha ocasionado diferentes conflictos, en los que solo los y las trabajadoras han sido las perjudicadas.