Los datos del IPC vuelven a golpear duramente a la clase trabajadora, ya que el mismo se ha situado en febrero en el 5.9% y lo que es más preocupante la inflación subyacente se sitúa en el 7.5, lo que sigue empobreciendo a las familias aragonesas. Ante esta situación solo es posible no seguir perdiendo poder adquisitivo si nuestras condiciones se negocian en Aragón, puesto que los convenios estatales son peores que los convenios de empresa, provinciales o autonómicos.
Es imprescindible que nuestros convenios se negocien en Aragón, porque los convenios estatales son sinónimo de precariedad y debemos blindarnos ante convenios en los que desde “Madrid” se decide por nosotros y nosotras.
Desde el sindicato señalamos que ante el incesante precio de los alimentos es necesaria la Creación de una cesta de alimentos “antiinflación”, garantizando que los productos de primera necesidad no se vean afectados por la subida de precios., siendo evidente que la reducción del IVA planteada por el Gobierno central, no se ha visto reflejada en los precios, por lo que este beneficio ha ido a las grandes cadenas y no a la clase trabajadora.
A ello hay que sumar que el Euribor ha alcanzado ya casi el 4%. En consecuencia, se prevé que la hipoteca variable media se encarezca por encima de los 3.600 euros anuales y que las que se materialicen también serán más caras. Ante esta situación insostenible, el sindicato propone la congelación de las cláusulas de actualización de las rentas de alquiler y las cláusulas de las hipotecas variable en todos los conceptos.
En este contexto solo queda seguir incidiendo en políticas sociales para proteger a las clases populares como es seguir en la línea de subida del SMI o la creación de una renta básica y universal aragonesa.