RASMIA 8

En este nuevo número de la revista del sindicato repasamos varios de los actos, movilizaciones y conflictos que hemos tenido que afrontar en los últimos meses, siendo convulsos en muchos ámbitos; desde la emergencia climática cada vez más acuciante al infame genocidio del pueblo palestino, pasando por una actualidad política en la que el populismo de extrema derecha va minando poco a poco consensos y reintroduciendo discursos cada vez más peligrosos, evocando viejas sombras del pasado.

Tiempos estos en los que nos está tocando dar un paso al frente para defender nuestros intereses de clase trabajadora y no callar ante dichos eventos: sea para denunciar la masacre a cargo del ejército israelí en Gaza o para oponerse a las políticas regresivas que están formulando el gobierno de Aragón y los distintos ayuntamientos de nuestra tierra, como desde el estado español: recordemos episodios como la derogación de la ley de memoria democrática de Aragón, la intención de
dejar de reconocer el aragonés y el catalán como lenguas propias de Aragón, dificultar que las mujeres de Zaragoza ejerzan
su derecho al aborto; la cancelación del Festival Periferias en Huesca o el desmantelamiento de espacios culturales
zaragozanos como Etopía o la autogestión de espacios como La Harinera sin olvidar vergonzosas sentencias judiciales como
la que condena sin pruebas a los 6 de Zaragoza, que ha acabado con sus huesos en la cárcel.

Un sindicato aragonesistas de clase como el nuestro, feminista y claramente antifascista, no puede, ni debe quedar callado ante todos estos atropellos, y por ello ha alzado su voz inequívocamente no solo en todos y cada uno de los centros de trabajo, sino en las calles y en las mesas de discusión dando voz y apoyo a todas estas luchas.

Ahí OSTA siempre ha tenido y siempre tendrá claro su papel y su lugar en la historia, porque es mucho lo que nos estamos jugando en Aragón, en el Estado y en Europa: un modelo abierto y con respeto a las personas y el medio ambiente, de avances sociales o un futuro marcado por las políticas regresivas de la ultraderecha populista cada vez más desvergonzada.

Juanjo Baquedano – SN Acción Sindical de OSTA

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