La dirección de Pikolin comunica dos despidos más al comité de empresa, alegando causas económicas, que se suman al ya comunicado anteriormente, haciendo un total de tres.
Desde OSTA nos sorprende la fórmula de despido que está usando la empresa de forma unilateral, ya que, si bien en la última reunión trimestral económica se traslado al Comité que la empresa estaba un 4% por debajo del objetivo, esto no quiere decir que la empresa se encuentre en una situación de pérdidas económicas.
Por otro lado, nos preocupan las formas en las que la empresa ha llevado a cabo estos tres despidos, puesto que se han efectuado sin previo aviso al comité, teniendo en cuenta que este comité siempre ha estado dispuesto a llegar acuerdos para evitar el “mal mayor” en este caso, los despidos y buscar alternativas favorables a las partes.
Tras el primer despido, el Comité, de forma urgente, solicitó una reunión para conocer la situación económica de la empresa, y para exigir y plantear alternativas a esta situación, es incomprensible que se realicen estos despidos sin comunicación alguna y sin haber buscado alternativas de forma conjunta con el Comité de Empresa.
Por todo lo anterior el Comité de Empresa ha acordado realizar varias movilizaciones y solicitar explicaciones a la Dirección. Las concentraciones tendrán lugar en la sede del CEOE, puesto que el director de Recursos Humanos de Pikolin, actualmente es el presidente de la CEOE Aragón.
Exigimos a la empresa el cese inmediato de estas prácticas, desde nuestro punto de vista irregulares, así como, la readmisión de los compañeros y compañeros despedidos.
Desde el Comité de Empresa y con el apoyo de la plantilla de Pikolin no vamos a consentir que la dirección juegue con los trabajadores y trabajadoras y aun menos, con sus puestos de trabajo.
La situación actual, no puede implicar que siempre tenga que pagar la plantilla las consecuencias de la situación global y de la situación de la empresa, la dirección de Pikolin en este caso tiene la obligación de solucionar los problemas financieros sin llegar a ejecutar despidos de forma unilateral y con una argumentación “cogida con pinzas”.