Desde junio de 2011, donde el gobierno de Zapatero aprobó una reforma laboral que posteriormente el gobierno del PP endureció, que entre otras cosas, permitía a los sindicatos estatales junto a la patronal de cada sector decidir en Madrid la negociación sectorial, para vaciar de contenido los convenios provinciales. Los sindicatos estatales han desarrollado esta Ley a cambio de recibir migajas y dar paz social a la patronal, plasmándose como ejemplo, el Convenio Estatal del Metal.
Ante este panorama, desde OSTA ya advertíamos que los convenios de sector estatal, vaciarían de contenido los convenios provinciales, alejando la negociación de la realidad, con un claro objetivo de desmotivar la movilización y de que los trabajadores/as no pueden exigir ni reivindicar derechos, puesto que quien negocia por ellos, es alguien que ni siquiera han elegido.
La Patronal Aragonesa, puede jugar a que se bloquee la negociación provincial, como ha sucedido recientemente con el de la limpieza, finalizando su vigencia con la consiguiente perdida de la ultraactividad, de manera que cuando les interese, con esta simple estrategia y con el beneplácito de los sindicatos estatales, se supriman los convenios provinciales, siempre mejores que los estatales.
En el convenio estatal del Metal, ya en su preámbulo, los sindicatos estatales muestran su intención de unificar los salarios a nivel nacional, algo inaceptable para OSTA, ya que los convenios provinciales regulan los salarios, adecuándolos a su realidad y por lo tanto no hay vacíos de regulación como se intenta vender. Lógicamente, nada tiene que ver Industrialmente la provincia de Zaragoza, con otras del Estado Español.
La unificación de las condiciones salariales supondrá un retroceso para el sector industrial aragonés, ya que éste, es un referente en sectores como el de la Automoción, el Papel, el Descanso….y a todo esto, se suma, blindar un modelo formativo con un único objetivo: aportar financiación a las organizaciones firmantes, demostrándose que poco hemos aprendido en esta crisis, que ha sido una estafa para la clase trabajadora, puesto que el tema de la formación ha sido un autentico desastre: cursos de formación ineficaces, que no valían para buscar empleo, que solo servían para mantener unas estructuras, que en la mayoría de las veces, se han dedicado a defender sus intereses y no los de la clase a la que representaban.
OSTA manifiesta, que seguimos defendiendo que la negociación discurra pegada al territorio, cerca de los trabajadores/as afectados, ya que todo lo contrario, hará, que al no poder exigir responsabilidades a quien negocia, los acuerdos sean peores y vengan motivados por causas ajenas a la negociación y por ente, los sindicatos sigan perdiendo credibilidad.
Desde Aragón, tenemos que rechazar este tipo de acuerdos, en los que otros negocian por todos/as. Los Partidos Aragoneses, deben concienciarse que es necesario un Marco de Relaciones Laborales Propio, o la centralización seguirá extendiéndose, como una lacra difícil de eliminar.