04/07/22 | Noticias
El pasado lunes 27 de junio una representación de los sindicatos OSTA, de Aragón y de la Intersindical Valenciana, mantuvimos una reunión en Valencia, con el objetivo de mantener unas relaciones estables y ámbitos de cooperación para mejorar la vida de las personas en nuestros respectivos Países.
Ambas organizaciones coincidieron en este encuentro en la necesidad de organizaciones sindicales de clase y nacionales, que confronten contra el sindicalismo de concertación, que practican los sindicatos institucionalizados.
Muchas son las similitudes y problemas de ambas organizaciones en sus territorios, como son la critica al modelo actual del diálogo social, así como la necesidad de que nuestras condiciones, las negociemos nosotras en nuestros territorios y no se nos impongan desde Madrid.
Es necesaria y complementaria la coordinación entre organizaciones que compartimos la necesidad de un Estado plurinacional, en el que las personas estén en el centro de debate y por ello apostamos por unos servicios públicos fuertes, gestionados desde lo público, donde además de incluir la sanidad, la educación, la dependencia o las residencias, también incluyamos el Transporte, las comunicaciones, el agua o el sector energético.
En la misma pusimos en común nuestros modelos de acción de sindical, que pueden ayudar a ambas organizaciones a seguir creciendo en nuestros Países, para ser una alternativa real a los sindicatos institucionalizados en todos los sectores.
También abordaron todo lo referente a la reforma laboral, dónde coincidieron que había correlación de fuerzas para su derogación y que no haberlo hecho, supone un fracaso del gobierno de coalición, tras las expectativas generadas, que al final ha supuesto la desafección de muchas trabajadoras.
Sobre este tema también coinciden que el nuevo texto, ni siquiera deroga los aspectos más lesivos de la misma, pudiendo cronificar la precariedad que ya esta instalada en nuestra sociedad.
Por último y como línea de colaboración estable, ambas organizaciones van a intentar trabajar en común en todas aquellas empresas que tengan centros de trabajo tanto en el País Valenciano como en Aragón.
Como conclusión, esta jornada de trabajo fue muy interesante para unir fuerzas y poner en común líneas estratégicas de trabajo, que seguro que ahondan en la mejora de las condiciones laborales de los y las trabajadoras de nuestros Países.
30/06/22 | Noticias
En el mes de junio el IPC ha subido hasta el 10,2%, mientras los salarios no suben al mismo ritmo, lo que implica que, la clase trabajadora, cada día que pasa este más empobrecida.
Mientras la inflación sigue disparada, los salarios, las pensiones, las prestaciones o incluso la subida a los empleados y empleadas públicas, ni se acercan a los datos de inflación, lo que vuelve a reproducir lo sucedido en la anterior crisis.
En este contexto tan complicado para los hogares, muchas de las grandes empresas del IBEX siguen generando beneficios escandalosos, mientras los paganos parece que vuelven a ser los y las trabajadoras con la devaluación de sus salarios y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.
Esta situación está golpeando gravemente a la clase trabajadora puesto que los hogares con menores ingresos, prácticamente tienen que destinar la totalidad de sus recursos a artículos de primera necesidad, que son los que más están subiendo como son los alquileres, la electricidad, el gas o los alimentos, siendo algunos de ellos un 30% más caros que hace un año.
A todo esto, hay que sumarle la inflación subyacente -índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, que se sitúa en el 5,5 %, que supone un sobre coste que recae principalmente en las familias.
Para el sindicato uno de los datos más preocupantes es que los hogares sin ingresos laborales se sitúan ya en los niveles previos a la pandemia y un 20% de los y las aragonesas se encuentra en riesgo de pobreza.
Las medidas sociales adoptadas por el Gobierno no están llegando a la población que verdaderamente las necesita, algo que no nos podemos permitir como sociedad, porque no podemos dejar a nadie atrás.
09/06/22 | Federaciones, Servicios y Afines
Tras varias reuniones en el SAMA intentando avanzar en el convenio de empresa que regula las relaciones laborales de 72 trabajadores y trabajadoras de Trans Sese (naves 35 y 36 de Stellantis) se rompió la negociación ante la insuficiente propuesta de un 2% por parte de la empresa para el año 2022 y un 2% para el 2023 sin revisión salarial.
El convenio de empresa que finalizó el pasado año, y que fue denunciado en tiempo y forma por la parte social, ha sido ignorado por la empresa durante estos duros meses inflacionistas. Esta actitud pasiva llevó de forma inevitable a plantear un bloqueo de negociación ante el SAMA, para “obligar a la empresa a sentarse a negociar”. Tres sesiones de mediación no han servido para que las propuestas económicas de la parte social se vean atendidas: una subida salarial de un 8% para los dos años de vigencia del convenio, jornadas y tiempos de descanso equiparables a la plantilla de Stellantis.
La propuesta empresarial, donde la actual inflación media en España es de 7.98%, no solo es insuficiente, sino que infravalora el trabajo y esfuerzo que los trabajadores y trabajadoras de Trans Sese han hecho durante la pandemia y postpandemia.
Desde la sección Sindical de OSTA vamos a defender e intentar paliar las graves consecuencias que han acarreado: el rosario de paros técnicos, paros productivos y ERTES que han sufrido esta plantilla, mano de obra externalizada de la planta de Stellantis. Los dos últimos años han visto como sus ingresos han sido mermados y su moral dinamitada.
Además, el contrato mercantil que la empresa Trans Sese tiene con Stellantis finaliza a finales de julio y nadie tiene la certeza de que la operativa continue o se internalice como ha ocurrido recientemente con otras empresas, y puedan acabar todos los puestos de trabajo en una extinción de empleo.
Los trabajadores y trabajadoras de Trans Sese se niegan a ser los esclavos del siglo XXI, y por ello han aprobado paros parciales de dos horas en cada turno de forma indefinida que comenzarán a partir del 23 de junio.
25/05/22 | Destacados
Hace veinte años, un 25 de mayo de 2002, comenzó el proyecto sindical y aragonesista que es OSTA.
Probablemente pocos de los que lo vivieron, que cuentan que jamás lo podrán olvidar, imaginaron que, tras veinte años, pudiéramos ser el tercer sindicato de Aragón, con más de 4300 personas afiliadas y con casi 700 delegados y delegadas repartidas por todo el territorio.
En aquel momento un grupo de personas tomaron una decisión arriesgada y valiente, decidieron crear un proyecto sindical, independiente y aragonesista, para que, desde aquí, desde Aragón, pudiéramos decidir nuestras condiciones, para construir un País más justo e igualitario.
Tras veinte de años de historia, tras recibir multitud de ataques tanto en el pasado como en el presente, OSTA es una realidad consolidada, con unas bases que son las mismas que las de su fundación, que no pueden ser otras que: aragonesismo, justicia social y solidaridad.
El camino que se inició en la primavera del 2002 no tiene vuelta atrás, somos el referente sindical aragonés, seguimos creciendo en todos los sectores y esto se debe a que nuestro proyecto está pegado a la realidad de nuestro territorio, porque solo desde Aragón podremos defender lo nuestro.
Se nos intenta invisibilizar constantemente en lo institucional, pero los que lo hacen son conscientes que, por mucho que lo intenten, nuestra influencia en el tejido productivo y en los centros de trabajo, hace que su misión sea una tarea imposible, somos imparables.
Nuestra fuerza está en la calle y en los centros de trabajo, porque es ahí donde los y las trabajadoras afiliándose y con su voto, hacen que OSTA cada día sea más grande y por lo tanto seamos una amenaza real al establishment. Nacimos para cambiar las cosas; sabemos que no es una tarea fácil, pero seguimos creyendo que los proyectos sindicales tienen que estar para mejorar la vida de las personas y no para interponer sus intereses a los de las clases populares.
Es necesario más que nunca, modelos sindicales como el de nuestra Organización, donde el 92% de nuestro presupuesto proviene de las cuotas de la afiliación; por lo tanto, nos hace poder ser independientes en todas nuestras decisiones. Además, no apostamos por el mal llamado “dialogo social”, creemos que no puede arreglar los problemas de la clase trabajadora, que no lo ha hecho durante los más de 40 años de democracia y que solo ha traído pérdida de derechos y condiciones.
Hoy, 25 de mayo de 2022, gracias a ese grupo de personas que dio un paso al frente en la creación de una organización sindical aragonesista, podemos visualizar que, solo con el compromiso colectivo de nuestra militancia, somos lo que somos, una herramienta muy útil para la clase trabajadora aragonesa.
Hoy, veinte años después, tenemos que dar las gracias a todos y a todas que han apostado por una Organización como la nuestra, solidaria, feminista, plural, democrática, capaz de confrontar, pero siempre con el objetivo que es la defensa de la clase trabajadora y construir el Aragón que queremos.
David Lázaro Aguilera
Secretario General de OSTA
24/05/22 | Igualdad
El Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, se celebra el 24 de mayo con el principal objetivo de lograr la incorporación de las mujeres en los procesos de la paz mundial.
La celebración de esta fecha, tiene su origen en la década de los 80, gracias a la conformación de un grupo de mujeres pacifistas de algunos países europeos y de los Estados Unidos, cuyo objetivo fue la lucha en contra de la carrera armamentista y el uso de armas nucleares.
El rol de la mujer a través de la historia, ha sido de gran importancia para lograr cambios y avances importantes en la sociedad. Gracias a su contribución en los distintos ámbitos de la vida, se han podido lograr avances no sólo en el campo
tecnológico y científico, sino en muchas áreas del acontecer diario.
Sin embargo, en muchos países del mundo, las mujeres siguen enfrentando retos ydesafíos para que su derecho a la educación, al trabajo, la familia e incluso la vida, le sean permitidos, lo cual no ocurre en los lugares donde los conflictos por guerras y problemas bélicos están a la orden del día.
No podemos olvidarnos de Rosa Luxemburgo, polaca pacifista y antimilitarista que ya en 1914 ( Primera Guera Mundial), se opuso a la participación de los socialdemócratas porque lo consideraba un “ enfrentamiento de imperialistas”.
El activismo por la paz de las mujeres ha transcurrido en paralelo a las condiciones sociales y políticas de cada conflicto armado y de cada momento histórico. Las mujeres han trabajado y continúan trabajando hoy en día para denunciar sus efectos, reclamar negociaciones para alcanzar el cese de la violencia y la reconstrucción de infraestructuras, actividad económica, edificios y servicios destruidos por la actividad de la guerra.
La gran mayoría de mujeres que trabajan por la paz son ignoradas y sus contribuciones no son tenidas en cuenta por aquellos que toman las decisiones.
Cuando se inician los procesos de negociación o bien cuando se decide la guerra; o el fin de las hostilidades; cuando se firman los acuerdos de paz o se decide cómo reconstruir las sociedades rotas tras la guerra y cómo sentar las bases institucionales y jurídicas para lograr una paz sostenible y duradera, las mujeres son habitualmente ignoradas y excluidas de los procesos de toma de decisiones. Por lo tanto, sus necesidades, aportaciones y visiones no suelen ser tenidas en cuenta.
En las zonas de conflicto las mujeres sufren una doble violencia, por un lado la violencia derivada del conflicto y por otro lado la violencia que sufren por el hecho de ser mujer. En el momento que se habla de conflictos armados, vemos como mujeres
s de todo el mundo lideran movimientos por la paz que están cambiando de diferentes maneras sus sociedades. A lo largo de la historia, hasta nuestros días, el cuerpo de las mujeres ha sido empleado como arma de guerra para humillar al adversario, violándolas, mutilándolas y permitiendo a los soldados que utilicen a las mujeres como esclavas sexuales.
Es por ello que miles de mujeres se organizan en movimientos a favor de la paz, utilizando medios no violentos, a pesar de que en los conflictos armados son las principales víctimas y la violencia sexual es usada como arma de guerra. Pero las
mujeres no sólo sufren violencia y desprotección en el conflicto.
En los lugares posconflictos las mujeres sufren una mayor desigualdad, además las tasas de mortalidad materna es muy superior a la media mundial y las niñas son excluidas de la escolarización. En muchos casos son utilizadas y reclutadas por organizaciones terroristas.