Violencia obstétrica

Violencia obstétrica

La violencia obstétrica se refiere a las prácticas y conductas realizadas por
profesionales de la salud a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio,
en el ámbito público o privado, que por acción u omisión son violentas o pueden ser
percibidas como violentas. Incluye actos no apropiados o no consensuados, como
episiotomías sin consentimiento, intervenciones dolorosas sin anestésicos, obligar a
parir en una determinada posición o proveer una medicalización excesiva, innecesaria,
que podría generar complicaciones graves. Esta violencia también puede ser
psicológica, como por ejemplo, dar a la usuaria un trato infantil, paternalista,
autoritario, despectivo, humillante, con insultos verbales, despersonalizado o con
vejaciones.


La violencia obstétrica puede adoptar numerosas formas y en ocasiones puede
subestimarse bajo síndromes de depresión posparto o estrés postraumático.


A pesar de que la violencia obstétrica no es nueva, ha permanecido oculta durante
mucho tiempo y en la actualidad continúa siendo desconocida, incluso por
profesionales de la salud. Se trata de un viejo problema, transformado en un concepto
novedoso. Algunos estudios indican que más de la mitad de los/las profesionales de la
salud no disponían de información suficiente y un estudio entre 250 usuarias señala
que el 80% desconocía el término «violencia obstétrica».


Se trata de una violencia de género que ha permanecido invisibilizada en el ámbito
médico y que con la emergencia de nuevas asociaciones activistas, como El parto es
nuestro, ha empezado a ver la luz.


¿Cómo es posible que esta práctica pase desapercibida? La respuesta debe ser
multifactorial, considerando componentes culturales, sociales, históricos y formativos.
Se trata de una violencia derivada de sociedades patriarcales que naturalizan estas
prácticas y comportamientos, los cuales terminan siendo asumidos por la sociedad,
incluyendo profesionales de la salud y usuarias. En la relación con las usuarias se
establece un trato jerárquico deshumanizador que otorga prioridad y poder a los/las
profesionales de la salud por encima de las pacientes.


Se pueden considerar violencia obstétrica prácticas como el tacto realizado por más de
una persona, la episiotomía como procedimiento de rutina, el uso de fórceps,
la maniobra de Kristeller, el raspaje de útero sin anestesia, la cesárea sin verdadera
justificación médica o el suministro de medicación innecesaria. El recurso a la cesárea
es la práctica más criticada como medio de acelerar innecesariamente un parto que se
presenta sin complicaciones.


La violencia obstétrica constituye una discriminación de género y representa una
violación de los derechos humanos, desde un enfoque de los derechos de la salud y de
los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, entendidos como derechos
inalienables e indivisibles de los derechos humanos.

Mayte Serrano

Secretaria Nacional de Políticas Sociales

Una nueva amenaza a los derechos de las mujeres: la sumisión química

Una nueva amenaza a los derechos de las mujeres: la sumisión química

La ley orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual del estado español, introduce como forma de comisión, la agresión sexual denominada “sumisión química”.

El miedo es una constante en la vida de las mujeres, una disciplina sexual que se nos inculca desde niñas, poniendo el foco en la responsabilidad de las víctimas de protegerse del peligro machista.

Todas estas agresiones comienzan en un local de ocio nocturno, terminando, bajo sospecha, en agresión sexual, lagunas, olvidos y vergüenza.

La sombra de la sumisión, hombres que se sirven de drogas para violar a las mujeres, administrando drogas por vía oral o inyecciones. La administración de sustancias con fines delictivos para dominar y someter a las víctimas, para que ni recuerden los abusos. Cuanto más accesible, barata y difícil de rastrear sea la sustancia, mejor.

El problema es la alta complejidad diagnóstica en este tipo de agresiones, ya que a la sospecha de sumisión protocolariamente se pide la búsqueda de drogas en analíticas, pero estas sustancias no están incluidas en los análisis más habituales, es por eso que ante la más mínima duda se pide la revisión ginecológica para que entre en marcha el protocolo de agresión sexual.

Hay que aumentar las garantías jurídicas, pedimos coordinación entre los estamentos implicados, personal sanitario, cuerpos del estado, jueces…

Es un problema social criminal de raíces profundas, un reflejo más de la cultura patriarcal en la que nos movemos, el derecho penal tiene un peso simbólico.

Es necesaria una educación-sexual con perspectiva de género, sobre todo la educación afectivo-sexual en la adolescencia. Una educación basada en la empatía, en el respeto a la diversidad y en los derechos humanos, donde prevalezca el deseo y no la sumisión que enseña la industria machista del porno y normaliza la cultura de la violación.

Hay que estudiar más al agresor y no a la víctima y cambiar el enfoque. Hay que plantear que no sólo tenemos 35 mujeres asesinadas, sino que tenemos 35 asesinos de mujeres…

Porque tenemos derecho a divertirnos dónde, cómo y cuándo queramos.

Los bares y las calles también son nuestras.

Porque lo que para tí es diversión, para nosotras es VIOLACIÓN.

STOP SUMISIÓN QUÍMICA

Las decisiones son nuestras

Las decisiones son nuestras

Hoy 28 de sptiembre día de los derechos sexuales y reproductivos desde el departamento de Igualdad del sindicato reivindicamos que todos los seres humanos nacen libres e iguales, por eso, todas las personas deben tener garantizada la misma libertad, igualdad y dignidad: los llamados Derechos Humanos. Los derechos los ejercen las personas y es el Estado quien tiene la obligación de garantizarlos y promoverlos a través de legislación y políticas públicas adecuadas. Los Derechos Sexuales y Reproductivos son parte de los Derechos Humanos, es decir, que son propios a todas las personas, sin discriminación alguna.

Los Derechos Sexuales se refieren a la libertad de las personas para ejercer su sexualidad de manera saludable, sin ningún tipo de abuso, coerción, violencia o discriminación. La sexualidad comprende la actividad sexual, las identidades de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.

Los Derechos Reproductivos se refieren a la libertad de las personas para decidir si tener o no hijos, la cantidad y el espaciamiento entre ellos, el tipo de familia que se quiere formar, acceder a información y planificación para hacerlo, a métodos anticonceptivos y al aborto legal y seguro, así como a los servicios adecuados sobre fertilización asistida y servicios de salud pre y post embarazo.

Los Derechos Sexuales y Reproductivos se pueden articular de la siguiente manera:

Derecho a la igualdad, a una protección legal igualitaria y a vivir libres de toda forma de discriminación basada en el sexo, la sexualidad o el género.

Derecho de todas las personas a la participación, sin importar su sexo, sexualidad o género.

Derecho a la vida, libertad, seguridad de la persona e integridad corporal.

Derecho a la privacidad.

Derecho a la autonomía personal y el reconocimiento ante la ley.

Derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión; derecho a la asociación.

Derecho a la salud y a los beneficios del avance científico.

Derecho a la educación e información.

Derecho a elegir si casarse o no y a formar y planificar una familia, así como a decidir si tener o no hijos y cómo y cuándo tenerlos.

Derecho a la rendición de cuentas y reparación de daños.

Los Estados tienen la obligación de respetar, proteger y cumplir los derechos relacionados con la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Las mujeres tienen derecho a los servicios de atención, a la salud reproductiva y a los bienes.

Las violaciones de la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son frecuentes. Éstas adoptan muchas formas, entre ellas:

· negación del acceso a los servicios que sólo necesitan las mujeres;

· servicios de baja calidad;

· someter el acceso de las mujeres a los servicios a la autorización de terceros;

· esterilización forzada, exámenes de virginidad forzados y aborto forzado, sin el consentimiento previo de las mujeres;

· la mutilación genital femenina;

· matrimonio precoz.

Sin embargo, en todo el mundo, muchas personas somos perseguidas por ejercer estos derechos y a muchas más se les impide totalmente ejercerlo.

Seas quien seas y vivas donde vivas, las decisiones que afecten a tu cuerpo deberían ser tuyas.

Activamos la Caja de Resistencia

Activamos la Caja de Resistencia

La caja de resistencia de OSTA es una herramienta sindical de solidaridad entre su afiliación, que se nutre de las cuotas de afiliación y se construye como un instrumento de uso temporal para que las personas afiliadas al sindicato, tengan una ayuda económica para poder afrontar con mayores garantías procesos de huelga.

La caja de resistencia que ponemos en marcha, se basa en una misma cuota sindical, una misma ayuda económica, independientemente del centro de trabajo o del sector en el que se aplique y para ello establece un importe diario, que se percibirá a partir del segundo día de Huelga.

Las organizaciones sindicales tenemos que estar a la altura de lo que demanda la clase trabajadora, siendo verdaderas herramientas para la transformación social y dejando a un lado el diálogo social, que tantos recortes y perdida de derechos ha traído a la clase trabajadora.

Tenemos la obligación de construir un sindicalismo basado en el apoyo mutuo y donde las cuotas de afiliación reviertan directamente en la acción sindical y en las personas que apuestan por mejorar las condiciones de las personas que viven y trabajan en Aragón.

En OSTA estamos convencidos que esta herramienta con la que se ha dotado el sindicato y que se aprobó en su IV Congreso Nacional celebrado en noviembre del año 2021, va a ser decisiva en la mejora de las condiciones laborales y económicas de la clase trabajadora aragonesa.

Obtenemos dos representantes en las elecciones sindicales de Tranvía Zaragoza

Obtenemos dos representantes en las elecciones sindicales de Tranvía Zaragoza

Desde la Organización Sindical de Trabajadores de Aragón (OSTA) valoramos positivamente el resultado obtenido en las Elecciones Sindicales de Tranvía Zaragoza, obteniendo casi el 20% de los votos en el primer proceso en el que participábamos.

En el día de hoy se han celebrado las elecciones sindicales de Tranvía Zaragoza, a las que estaban llamados a votar un total de 109 trabajadores y trabajadoras para elegir a los y las 9 integrantes del Comité de Empresa que representaran a la plantilla los próximos cuatro años.

Por primera vez, el Sindicato Aragonés presentaba candidatura en la empresa, obteniendo un total de 2 representantes, siendo el segundo sindicato con más votos.

El compromiso fijado por OSTA para los cuatro próximos años es un comité transparente, que facilite información veraz a la plantilla y danto una alternativa sindical a modelos personalistas o institucionalizados.

Nos mostramos muy contentos con este resultado, y con la entrada al comité y con la recién aprobada caja de resistencia tendrá la capacidad para defender los derechos e intereses de la plantilla del Tranvía de Zaragoza.