La tasa de variación interanual se sitúa en Aragón en el 2.6%, frente al 3.2% del Estado español, todo ello mientras la inflación subyacente se sitúa en el 5,7%.
Aun con la moderación del dato del IPC, es innegable que el precio de la energía y de los alimentos, aún estando en descenso, sigue con niveles inasumibles para la mayoría de las clases populares.
Este descenso de la inflación, no se traduce en la mejora del poder adquisitivo de la clase trabajadora aragonesa.
A juicio de David Lázaro Secretario General de la central aragonesista: «el acuerdo del AENC está siendo utilizado por la patronal como tope salarial máximo en la parte económica de los convenios colectivos».
El acuerdo firmado debería haber tenido en cuenta la pérdida de poder adquisitivo que se ha sucedido desde el año 2021 y no convertirse en el techo para la patronal.
Por último, desde OSTA apuntan que a esto hay que sumar las consecuencias que la subida de los tipos de interés está teniendo en el precio de las hipotecas.
El Euribor se sitúa hoy en el 4%, lo que va a seguir encareciendo el precio de las hipotecas, lo que supone seguir empobreciendo más a la clase trabajadora, mientras la banca y muchas empresas siguen teniendo beneficios incluso mayores que los que tenían antes del inicio de la pandemia.