Desde que se decretó el estado de alarma y se produjeron los cierres de colegios y empresas muchas han sido las dudas sobre el futuro que nos esperaba a los y las compañeras del sector de colectividades.
Desde OSTA aplaudimos que parte de los y las compañeras de algunas empresas de comedores escolares públicos (porqué no van a ser todas), no vayan a verse afectadas por una suspensión de contrato (ERTE), y que los salarios de estas vayan a ser asumidos por las diferentes Administraciones Públicas contratantes.
Este hecho es fruto de los diferentes Reales Decretos que se han ido aprobando por parte del Gobierno, así como del esfuerzo que todas y cada una de las Organizaciones Sindicales hemos aportado en reuniones con empresas, con Organismos Públicos, escritos de prensa, etc.
A pesar de ello, y lamentablemente, consideramos que todavía no es momento de celebraciones, ya que a día de hoy aún nos queda mucho por trabajar y pelear en el sector de las colectividades.
Existen cientos de trabajadores y trabajadoras del sector que sí que se han visto afectadas por expedientes temporales de regulación de empleo (comedores de colegios privados y concertados, empresas privadas, residencias privadas, etc). Compañeras y compañeros que a día de hoy no saben cómo pagarán sus facturas el próximo mes y cuando se les complementará su salario (ya de por si precarios) con la prestación por desempleo, etc…,
Por ello animamos tanto al resto de Organizaciones como a los y las compañeras del sector a caminar de manera unida, sin egos, sumando y aportando lo mejor de cada uno, porque esta será la única forma de tener un sector sólido, fuerte y del que realmente nos podamos sentir orgullosas.