Durante este fin de semana se han producido más de 100 averías. Tan solo el viernes se produjeron más de 60 averías, colapsando al ya más que mermado servicio de taller, y que ha supuesto que hasta 25 conductores permanecieran durante varias horas esperando en cocheras a que se les reparara y/o asignara vehículo.
Recordemos que los recortes en mantenimiento suponen que, en fin de semana sólo hay dos mecánicos por turno para los aproximadamente 170 autobuses que prestan servicio. Para el ciudadano ha supuesto unas largas esperas que sobrepasaron los 40 minutos en varias líneas durante el fin de semana más caluroso del año, con temperaturas que superaban los 44 grados.
A modo de ejemplo, ayer domingo en la línea 52 (línea ya de por sí con un servicio deficiente), de 4 coches que dan servicio en festivos con una frecuencia de paso de 15 minutos, durante varias horas sólo dieron servicio 3 de ellos, y en algunos momentos de la tarde tan sólo prestaron servicio 2 de los 4 que deberían haberlo hecho.
Este fin de semana es sólo un ejemplo de la “normalidad” con la que esta subcontrata trata a los usuarios del bus urbano, y que desde el Comité denunciamos incansablemente: mientras los conductores y mecánicos denunciamos los recortes en mantenimiento, falta de herramientas y recambios y tiempos de recorrido insuficientes, la Empresa asegura que las incidencias son puntuales y se encuentran dentro de la más estricta normalidad.
Desde la Sección Sindical de OSTA en AVANZA Zaragoza, “estas incidencias sólo se solucionan con una mayor inversión en mantenimiento, ya que la falta de personal en taller (reducida casi a la mitad en la última década) produce situaciones hasta el punto de que, cuando un conductor da aviso por avería éste llega a esperar hasta 4 horas hasta que acudan los mecánicos”.
Incluso los nuevos autobuses eléctricos han llegado a sufrir graves averías, como quedarse sin frenos y/o sin dirección por fallos del sistema interno.
Desde OSTA en AVANZA Zaragoza denunciamos que la Empresa presiona a los conductores para que continúen el servicio con determinadas averías, a sabiendas del riesgo que esto supone para la seguridad de todos (viajeros, conductor, circulación y peatones). Denunciamos también la campaña continuada de desprestigio que llevan a cabo hacia la figura del conductor de autobús, con la intención de responsabilizarnos de sus negligencias ante los ciudadanos.