Para OSTA las declaraciones que realizo el Presidente de la Diputación de Teruel en unas jornadas sobre discapacidad son intolerables. Llegando a declarar que, «son gente dispuesta y que se deja la piel. Que no piensan en la hora de cierre. Piensan que hay que producir», “me gustaría poder dar mucho trabajo a este colectivo, porque, si bien no dejo muy bien a los funcionarios de la Diputación, creo que podrían hacerlos tan bien o mejor que muchos» y “lo bueno del colectivo de discapacitados es que ni se fijan en la hora de cierre ni tienen sindicatos».
Cuando se habla de discapacidad, se tiende a olvidar el incumplimiento de la LISMI (ley de integración social del minusválido ley 13/1982 de 7 de abril), ley que establece para las empresas públicas y privadas, con una plantilla superior a 50 trabajadores, la obligación de contratar a un número de trabajadores con discapacidad no inferior al 2%”.
Estas declaraciones solo fomentan la explotación de estos trabajadores viéndolos como mano de obra barata en vez de hablar de una verdadera inclusión social y su discriminación como miembros de igualdad de derechos de nuestra sociedad.