OSTA en su IV Congreso se declaró feminista, como no puede ser de otra forma; si queremos un estado democrático, igualitario y competitivo, las mujeres somos fundamentales en lo económico y en lo social.
Nuestro Sindicato tiene que estar a la altura de las demandas sociales ante las situaciones de injusticia que sufren las mujeres por el hecho de serlo y nos parece fundamental visibilizar la desigualdad.
En el ámbito laboral, la brecha salarial continúa demostrando que las desigualdades siguen perpetuándose, los datos nos recuerdan que queda mucho trabajo por hacer, en Aragón las mujeres ganan al año casi un 30% menos que los hombres.
Y es que en 2019 el 75,6% de las personas que tenían un contrato de jornada parcial en Aragón eran mujeres. “Una cifra que no para de aumentar puesto que el porcentaje se incrementa hasta el 80,2% en el año 2020 y hasta el 81%, en el año 2021”.
La mayoría de las mujeres tienen que aceptar una jornada parcial porque no han encontrado un trabajo a tiempo completo.
Esto se debe a la falta de corresponsabilidad en el cuidado de niños o adultos enfermos o por otras obligaciones familiares o personales, cuestiones que la reforma laboral no ha mejorado en absoluto, sino todo lo contrario.
La evidencia muestra que la mujer es quien realiza un mayor esfuerzo para hacer posible la conciliación.
Esto queda patente en los test psicosociales realizados en las empresas, en las que queda demostrada la doble presencia de las mujeres, o dicho de otra forma, que el tiempo de las mujeres es circular, porque al trabajo remunerado, se suma el trabajo dedicado al cuidado y las tareas del hogar, lo que entraña riesgos para la salud, además de significar la pérdida del control de los tiempos de trabajo y de la pérdida de valor del mismo.
La última Reforma Laboral parece no valorar la contribución de la mujer a la economía, porque los cambios realizados en los contratos de trabajo no supone ninguna mejora sustancial a la actual situación de las mujeres en el marco laboral.
Existen colectivos muy vulnerables como las empleadas de hogar, con un régimen especial, y una menor cobertura de protección, tanto laboral como social.
Es de vital importancia fomentar la participación de las mujeres en los órganos de representación de las plantillas en las empresas, para estar en las mesas de negociación de los convenios.
Los Planes de Igualdad en este sentido son de vital importancia, para incluir medidas que favorezcan la igualdad en el seno de las empresas aragonesas, reduciendo las desigualdades, equilibrando la promoción y la participación de las mujeres en los órganos de dirección de las empresas.
Denunciamos un año más las diversas formas del ejercicio de violencia contra las mujeres, que sigue instalada en nuestra sociedad y que año tras año se sigue cobrando un elevado número de mujeres asesinadas.
Por todo ello, las políticas contra la violencia de género son necesarias e imprescindibles, tenemos que invertir en educación, la violencia de género se combate desde las aulas rompiendo patrones machistas y no perpetuando los roles de género.
Por eso 8 de Marzo :
feminismo infinito
feminismo inagotable